Palabras y acordes que te miran por dentro

Todas las grandes pasiones son desesperadas: no tienen ninguna esperanza, porque en ese caso no serían pasiones, sino acuerdos, negocios razonables, comercio de insignificancias."
Sándor Márai.

domingo, 27 de marzo de 2011

Demasiadas ya




A veces la rabia se acomoda en esta vieja silla,
susurra sonidos verticales
y amaina con dulzura una sensación de vacío incontenible
con insolentes ganas de explotar

A veces estas cuatro patas
se acurrucan contra el suelo y recogen los interminables gemidos que brotan del corazón,
caído espacio de la noche,
armario efímero donde la madrugada se cuela por las rendijas del olvido
queriendo desordenar tanta ropa sucia,
tanta lagrima seca,
tanta corbata con el nudo de un discreto patíbulo con olor a dinero.

Otras veces, sin embargo, la rabia es caprichosa
y lo inunda todo hasta el último rincón del olvido,
y vuelven las sombras
y siento morir en un estado de absoluta paz, de serena distancia
de placida rutina con sabor a pastillas, colores, rumores y otras esencias
perdidas de esta vida en continuo desorden.

Sin embargo,
cuando el mutismo se encoge,
la rabia se mantiene infinita,
el odio se acomoda entre mis manos,
se retuerce en el estomago
se acostumbra entre los labios hasta adormecer el aliento,
abrazandome hasta ahogarme junto a esa esquina perdida,
donde a la seis de la mañana mueren los pájaros de la madrugada
esquina lenta donde se abandonan las miradas cansadas por dormidas estancias
de secretos que caminan perdidos,
buscando el hogar pasado, el que ya no esta,
el que asombrado por la sinrazón
dejaste a la espalda, con el murmullo de las lágrimas como único acorde
de la disuelta canción
entre el humo de un cigarro prohibido y los pasos vencidos
de la soledad que triunfante
te abandona al silencio una noche mas.

A veces
tantas veces
Ya demasiadas.

2 comentarios:

  1. Sí. Son demasiadas veces. Ya demasiadas. Esa rabia llena el vacío, y alimenta las sombras y el odio. No nos deja crecer, el paisaje avanza a ambos lados de la carretera, mientras nosotros mantenemos la vista clavada en ese desvío, en el que tomé hace unos años.
    Camina, siempre te ha gustado viajar.

    Un beso.
    Alicia

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