Palabras y acordes que te miran por dentro

Todas las grandes pasiones son desesperadas: no tienen ninguna esperanza, porque en ese caso no serían pasiones, sino acuerdos, negocios razonables, comercio de insignificancias."
Sándor Márai.

jueves, 10 de diciembre de 2009

El sabor del amor.

Salgo
Con las hojas sombrías que caen de frío a mis vencidos pies
Y las aceras cubiertas de ese manto amarillo donde disimular mi perdida inocencia una noche mas.

Subo
Al callejón despierto de la rutina
Entre las oscuras sensaciones que me produce el recuerdo de tu respiración en mi boca,
Y me alejo de las sentidas sensaciones que disuelven las lágrimas en mis acaloradas manos,
El sabor del amor desnudo se protege de la niebla,
El calor, el sudor de tu cuerpo se va perdiendo por la contenida tristeza que evoca la noche vacía y gris.

La luna se acuesta hoy en otros rincones,
Tu olor me despierta hoy desprevenidos recuerdos donde fortalecer mi angustia, donde retroceder pasos y pasos,
Besos y besos, luces que se apagan,
Y versos que se rompen
Y agua que no moja
Y lágrimas que se esconden para no naufragar más en el río de melancolía.

Huyo,
Esa es la palabra ¡Huir!,
Abandonar el puesto, el sitio, la cama donde el calor me engaña,
Donde el amor se olvida y la pasión se encela en otros cuerpos y otras vidas,
Donde mi abrazo sabe a despedidas,
Las manos, las caricias,
A voluntad perdida
A roces prohibidos
A semillas baldías.

Respirar sin el convencimiento adecuado para saber vivir,
Sonreír sin la adecuada cadencia que invita a la felicidad,
Acariciar con las manos encogidas y por las sabanas adornadas
Dormir con los ojos despistados por tanto delirio, descarnar la pasión que deshace y provoca,
Admirar la perdida de esos ojos ocupados por los sueños, por esos recuerdos escondidos, por ese miedo distraído
Que se ha vuelto rutina.

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