Para vivir en paz.

Salir de esta casa de locura,
De las mil palabras de vida que me transportan hacia el desequilibrio,
De las mil sonrisas que me hacen soñar, sentir, crear…

Abandonar el recuerdo, la mirada, y los mil versos,
Salir de esa verdad escondida que tanto me ahoga.

Las palabras de amor,
Los extremos de luz envejecida por las dudas,
Las lágrimas derramadas por mi
Se ahogan en su pecho hoy,
Se secan en sus labios hoy,
Se ríen de mi vida y compadecen mi solitario desden,
El abandonado paso por la vida,
Drogas, pastillas, alcohol,
“pobre inocente”, hoy.

Los secretos que deje en aquella almohada huelen al sudor de los extraños brazos, de las dulces manos, de la estéril dignidad,
Los sueños que deje dormidos
Torturados por el peso del cuerpo que se agita y divide en la oscuridad,
Y el sexo dormido, perfecto, deseado y sibilino
Escondido entre las manos.
Adorado por las piernas,
Recogido por los labios.

Salir de esa locura,
Que la boca no recite más mí nombre mientras su mirada asolada se compadece de mi vida,
Mientras el abrazo seca las lágrimas, esas que son solo mías,
Al colgarme la vida a golpe de telefono.
Esas que son solo mías,


Mientras,
cada rincón, cada espacio escondido
Cada pared, cada cuadro, cada fotografía, se convierte en olvido
Cada vez que respira, cada vez que inunda de implacable coherencia
Los espacios de lo que fuera en otro tiempo
Un pedazo de mi vida.


Tengo que abandonar el palacio de las dudas
Y recorrer, a modo de huida, el inexorable sentido que supone
El no querer ya mas
Para poder vivir en paz,
para poder al fin " no estar".