Bórrame

Bórrame la memoria,
arrancame los recuerdos con la quietud y los colores del pasado
y bebamos luego de la angustia de ese nombre
que inunda los días en busca del amor que ofreces
cuando la ausencia se convierte  como por costumbre en mis dias.

Asombramé con la  ira que se desata ante ti  una y otra vez,
destruyeme con el delicado aroma del olvido y la oculta sinceridad.

Disuelve estos pecados en el aroma de tus besos,
y devuélveme la inocencia de las frías noches de invierno
donde el susurro de las horas era nuestra única compañía,
reparte mis sortilegios por el jardín de las desdichas
comformandome como una estatua del pasado
en el museo de la distancia.

Escondeme  en las noches y disfrazarme en los días,
comprende esta desesperada arrogancia cuando observo los espacios vacíos
que dejan entrever tus vestidos,
y sorteame en las caricias,
aléjame de los besos,
ahuyentame de las rutinas donde los cuerpos desnudos se cubren de amor
mientras la soledad suspira por los olores del pasado..

Borrame entonces la memoria distraída
y desnuda la  fantasia con aquel esperado nombre
con el ansiado propósito del que no se marchará jamas de tu memoria,
colócame entonces en el quicio de la desesperada  y fría melancolía
y empujame, al fin, al vacío de los motivos,
al limbo de los sueños
al festival de la esperanza
al lugar desde el que observo
sentado en el sillón de la locura,
apurando esta última copa de celos,
tu brillo singular en la orilla de sus caricias.