Busqué un lugar donde dar cobijo a las palabras
el día en que los sueños rozaron discretos
la semilla de su sonrisa
Busqué motivos donde descansar los
recuerdos
mientras las manos intentaba
acariciar ese corazón roto y despistado
que dormía en la inocencia.
Busqué esa caricia prohibida hoy
en los estantes vacíos de la memoria,
mientras se hundía el sentido acostumbrado
de las pisadas junto a la orilla.
Busqué la ilusión de sus ojos y sus manos,
el oculto aroma de los abrazos desnudos,
de la pasión anudada en el último silencio,
y salí como cada noche
en la dirección acostumbrada
hacia la calle del olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario