Palabras y acordes que te miran por dentro

Todas las grandes pasiones son desesperadas: no tienen ninguna esperanza, porque en ese caso no serían pasiones, sino acuerdos, negocios razonables, comercio de insignificancias."
Sándor Márai.

viernes, 14 de febrero de 2014

Triste







Triste.
Así de seca es la soledad que impasible te provoca y se adueña de los pensamientos mientras te pienso, mientras en silencio el frio me devora como animal carroñero que se deja morir.

Triste.
Así, entre despacio y lento me acurruco en mi, sin oír el silbido seco del viento que alimenta la angustia y desorienta esta vida por un puñado de palabras sin motivo.

Triste.
Sin mas refugio que esta soledad y el síntoma de oscuridad que me dejan tus palabras cuando niegan, cuando suceden tardías y sin fuerza. 

Triste y desnudo después de patear cada rincón de mi ignorante pasión que todo lo sueña y nada se cumple.

Triste.
Que mas da el lugar si el tiempo no se detiene, si mis palabras no te retienen, si tu mirada se esconde en los ojos que dan miedo y siempre mienten... . 

Triste.
Que importa si  la soledad quiere sentarse en esta tarde densa y llena de acordes a tocar música prohibida, música que acaricia el sonido de tu cuerpo al estremecerse, música robada de los desvanes del pasado.

Triste.
Mis pensamientos se fijan en tu silencio, se acomodan entre los cansados recuerdos que ya no se quieren pensar, que no alcanzan a llegar, a ese abrazo que el olvido provoca cuando desapareces entre la soledad .
   
Triste.
Amor inmortal, espacio delicado donde se vierte el nombre que tatuado a tus ojos ha cegado el placer de lo sencillo, la dulzura con la que la vida te regaló tanto.

Triste.
Delicado espacio de taciturno pesar que anida en los libros, que letra a letra, ocupan tu nombre.

Triste.

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