Nos quedamos solos
aislados del mundo y la distancia
los ojos rojos y
dormidos desde aquel día
en el que los trenes brillaron a lo lejos buscando una
salida,
espalda con espalda en vía muerta nuestra despedida interminable.
Nos quedamos rotos en medio de un diluvio de sentidos
y traspasamos los problemas que nos redujeron a
semillas
en aquel espacio de sonidos donde tan difícil
era escuchar sin exiliarse hasta tu boca,
mientras los rumores de aquel profeta
alimentaban esa sonrisa perfecta que ya no es mía.
Nos sentimos sin complejos al decirnos adiós, fue la
primera,
luego vinieron otras y otras, muchas,
caminando por calles de despojos
donde nos colocábamos entre las ruinas, mientras
enterrábamos nuestras pérdidas
en escaparates de
trasparente dulzura y trampas de cerveza en medio de la arena,
mariposas de cenizas y águilas de hielo que sobrecogían
nuestro dolor en sencillas urnas de cristal amortajado.
La vida desde el filo, la distancia interminable,
ansiedad y ruinas donde construir un amor prohibido que
siempre despreció mis palabras,
que quiso dormir la ternura de cada beso, de cada verso que
ocupaba tu boca, que extrañaba tu cuerpo
y moría en silencio con cada inusual despedida.
Las manos sujetas a mi manos
pervirtiendo los
hundidos lugares donde se abandonaron las crecientes fotografías con tu
cara,
esas en las que tu sonrisa brillaba y una angustia del color
tenue de la espuria tarde
murmuraba pasión sin convertir,
entre las grietas de sangre donde se ubicaban tus
manos.
Lágrimas de sal, viento de la tarde que mece los poemas que
no leíste,
los que escupía en recitales de campesinos llenos de
palabras dormidas,
los que no quise desordenar por si decidías volver,
por si semejante
disparate de un amor despistado era capaz de complicar.
Y después de unos días, semanas de incertidumbre
donde el hielo se esconde en vasos de alcohol sin brillo
de formas indefinidas por las sombras de tu huida,
se que no vendrás y que quizás el olvido llene la caja donde
guardas los delicados espacios en los que tanto nos quisimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario