Mientras la nostalgia se disuelve
y por
túneles de lágrimas se te escapan y advierten con la corriente
los versos
que nunca escribiste,
los
que soñaste guardar en un despierto amanecer de contenido alcohol y humo
desterrado.
Si la rutina
te ahoga y se divierte con tu inmóvil disfraz de asustada tristeza,
busca
dentro, remueve el barro de que estas hecho,
enloquece de
miedo,
envilece de
amor, y continúa......
Si cada gota
reprimida se transforma en los colores de la vida
y nos aleja
de pronunciar las palabras que ya no tenemos
los senderos
que no recorremos,
los sonidos
que ya no escuchamos
y aún así
esperamos que esas manos inquietas permanezcan a nuestro lado
al vencernos
la noche.... continúa.
Mientras los pasos descalzos del verano
ya no
distraigan las escaleras empinadas de aquellos recuerdos
y
acordonemos la costumbre por la pena,
por la culpa
de aquellos que se agarran a las piernas para encogernos la vida
sin dejarnos
avanzar,
y los días
permanezcan secos entre esos nombres de impronunciables fonemas,
de espanto y
fiebre que ahogan las canciones a la orilla de ese mar perdido sin recetas
ni fotos de
extravagantes sabores.
Si eso
ocurre, despierta entonces... el hueco vacío, la nada repleta de ti, el tiempo
avocado en el cabecero de tu cama.
Mientras recorres los labios delicados de
aquella boca que tanto te hizo sentir,
entre el
espacio singular de la mirada que plagada de imágenes ordenaba tu vida,
mientras
heridas se reabren sin temor a seguir mojándonos la vida por el placer de
susurrar
ese aire
fresco en noches de abarrotado calor,
con los
colores secos a la vista del verano,
recurre al
desierto desocupado y partamos de cero.
Mientras el incienso se quema y el humo
dibuja nombres de agua clara que se escapan,
que se
amarran a las noches de las cinco de la mañana y sudor loco,
y te busco
delicada entre la brisa de aquella sonrisa que compartimos hace apenas.... un
suspiro.
Mientras el silencio regresa y se
expande,
si todo lo
ocupa y ese sudor llena ahora el cáliz del adiós,
y el amor no
me busca
y el horror
de aquel niño que parece dormido
distribuye
mi estima y pierde los gemidos entre cartas sin sello,
sin destino
preocupado,
disolventes
de espuma que palpitan en los labios de la media muerte,
confuso
origen, alboroto de la rutina,
desordenada
pesadilla desde donde servir en bandeja de plata
la cabeza de
la mezquina alegría que vuelve para entretener
los deseos
inquietos de este verano ilógico,
que me
cambia el paso y odia mi retina entre la prisa y la constancia,
la ilusión y
el miedo
colección de
vida
acariciando
las sabanas que recitan mi cuerpo en el calor del verano.
Si eso ocurre y este Julio te asfixia ,
a pesar de todo.... continúa.
a pesar de todo.... continúa.
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