Palabras y acordes que te miran por dentro

Todas las grandes pasiones son desesperadas: no tienen ninguna esperanza, porque en ese caso no serían pasiones, sino acuerdos, negocios razonables, comercio de insignificancias."
Sándor Márai.

miércoles, 31 de mayo de 2017

Esperaba.

-->
              
 




 

Esperé
sabiendo que nada resolvería esta indefensión
mientras nuestro hogar parecía desierto y ausente de presagios con los que
bautizar los días,
el ritmo de nuestras pinturas y nuestros símbolos se convertían en
crecientes recuerdos de un pasado plagado de aguas saladas.

Hace más de una década que soñamos juntos,
hace más de once años que jugamos a vivir,
éramos más que conscientes de nuestra denodada inconsciencia,
locos milagrosos corriendo a contrapié
en un mundo cada día más frío y austero,
bañándonos en la filosofía de nuestras calles,
de nuestros días, de nuestros errores y  compañías.

Espero,
y así el tiempo se hace a mí como un recuerdo
como la rosa recita espinas de combativa armonía
y el frío veranea en nuestros pensamientos de ausente sentido.

Espero,
aunque esperar no este de moda  hace décadas,
aunque la espera me distraiga de tu lado sin querer, a tu pesar,
y me acuerde de cuando todo estaba por entender,
cuando corríamos sin sentido hacia todas partes,
cuando la vida nos explicaba porque nos lo arrebataba casi todo
y alejados de ese mundo volvemos hoy con esa melodía con ese sabor a aquellos días,
el bagaje de los años y las arrugas como marcas de vida,
reforzados por derecho en nosotros,
con dos pedazos de vida que nos arrancan de cuajo la carne y el espíritu
pero sin los que jamás podríamos mirarnos cara a cara sin ellos.

Espero como cada día  abrazarte,
besar tu espacio más prohibido,
espero y mientras tanto te recuerdo en mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario