Palabras y acordes que te miran por dentro

Todas las grandes pasiones son desesperadas: no tienen ninguna esperanza, porque en ese caso no serían pasiones, sino acuerdos, negocios razonables, comercio de insignificancias."
Sándor Márai.

domingo, 29 de abril de 2018

Fondo de armario







Me guardo la vida... 
como ves me guardo una pequeña parte de lo que sentimos, 
un pequeño lugar donde comparecer tras las esquinas que doblamos día a día.

Me guardo las mentiras y las dudas, para sorprender con asombrosa admiración  esta inusual fascinación que siento por la vida cuando te pienso

Camino entre esa habitual desconfianza donde se mecen los días y las perdidas,
donde se abandonan estos paisajes que la rutina acostumbra a arrebatarme. 

¿Porqué los días no son iguales también para mí? 
¿Porqué las palabras me sangran más de la cuenta y no cicatrizan los recuerdos? 
¿Porque los momentos se abren y deshacen con la lluvia? 
¿Porque no me dejo llevar y todo se enciende y todo se apaga.?

Soy pasión amontonada en sacos de costumbres ociosas. 
Soy bandera y tentación, 
soy cabecera de un tren sin máquina, sin rumbo, sin raíles. 

Soy semejante a mí, y diferente al personaje que la vida me regala.
Soy la espuma que no se evapora y el jabón que no resbala, 
la herida que no escupe sangre y un volcán de lava que no abrasa. 

Soy lo que quiero ser y aun así, 
represento lo que no tengo 
y ansío por avanzar en lo que no encuentro.
Estás, lo sé,
a veces pienso que me conoces bien,
que no haría falta mirarme para que me reconocieras. 

A veces pienso que me taparás los ojos en una calle cualquiera y dirás -¿ quién soy?-
y yo no lo sabré jamás, 
pero me gustará sentir que has vuelto 
aunque tus manos no sean ya tuyas 
y tu espacio no sea ya nuestro.  

A fin de cuentas por eso,
yo me guardo la vida. 

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