Palabras y acordes que te miran por dentro

Todas las grandes pasiones son desesperadas: no tienen ninguna esperanza, porque en ese caso no serían pasiones, sino acuerdos, negocios razonables, comercio de insignificancias."
Sándor Márai.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Sin saberlo

Morimos de manera acostumbrada por las calles del vacío y la necesidad,
Vagando como moribundos hambrientos de la nada
Con la media sonrisa acostumbrada en cada paso silencioso y atemerado.

Morimos con palabras en desuso
Como sombras peregrinas de las solventes horas
Que nos traspasan la sensación de pérdida en el reloj de los recuerdos,
Y seguimos a la media muerte, viviendo singular y fugazmente
Las interminables pesadillas de nuestro caminar,
Con ese hambre de lucidez que nos persigue a diario,
Mientras el reloj de arena mece las olas de esta desierta playa
Y se asemeja a los vecinos rumores,
que nos dejan un viento mensajero y en apariencia distraído.

Recurrimos a los momentos de salvados pronombres,
a los sentidos mas profundos y ahogados,
donde las semillas de nuestra vida, simulan una catarata de simples silabas
cargadas de gritos que susurran versos,
y quedamos impávidos cuando la infalible muerte nos arrebata el futuro
y con ella la luz, la claridad y la fuerza.

Morimos en la distancia perpetua de la melancolía
Y el agua nos arrastra hasta la condenada presencia del olvido.

Morir sin saberlo,
con las manos detenidas,
con la mirada en el sueño perdido y fugaz
con la semilla que el recuerdo ausente y perpetuo se ató a nuestra memoria
sin saberlo... .

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