Palabras y acordes que te miran por dentro

Todas las grandes pasiones son desesperadas: no tienen ninguna esperanza, porque en ese caso no serían pasiones, sino acuerdos, negocios razonables, comercio de insignificancias."
Sándor Márai.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Un café en La Plata.

He visto La Plata,
Un café se ha perdido esta mañana entre cartas sin papel,
entre versos sin palabras,
entre cielos cautivos de sueños perdidos...

Y los ausentes propósitos
Donde acabar de ser la singular y distante sombra
Que aparece perdida en el vacío desierto del los recuerdos,
En la inocente cocina donde se guisan las palabras
Donde la rutina se mastica a golpe de soledad,
Donde las miradas quedaron estables, paralizadas, sentadas
En el cálido y dormido fogón de la tentación.

Libros sin páginas,
Hojas sin tinta caídas y vencidas por un otoño que se despide sin mas,
Soledad musitada y discreta
Abandonada y fugaz
En la suerte contenida,
En la distancia irreal de un susurro que despierta olores y sensaciones
Casi dormidas.

Horas sin tiempo donde desconocer las caras,
Donde resucitar las mantenidas estancias del imperfecto pasado
El que nos arropa con los últimos rayos de calor
De un otoño dormido, desprevenido y efímero.

Dormir las sonrisas,
Y esconder las manos
Que no escriban mas dolor,
Que no sueñen mas amor
Que se rompan discretas
Que se olviden de las caras
Y hojas sin papel
Y borrones sin tinta
Vida sin miradas
Muerte en las pisadas.
Que saben a invierno, que duelen de frío.

La vida se asoma perdida a esta madrugada,
No habrá más cafés en La Plata
La luna se divierte con su luz tatuada
No habrá más caricias perdidas,
Y hojas que hacen libros vacíos,
No habrá más paseos perdidos
Y sueños que enseñan
Realidades escondidas
Donde robar el olvido
Donde acariciar palabras


No habrá más cafés en la Plata.

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