He estado lavando tus besos en las saladas aguas
de un Duero luminoso pero fugaz ya
de un Duero luminoso pero fugaz ya
donde estas vencidas lágrimas ocupan mi cara
en la mañana de un otoñal mes de Marzo
En la cuerda del orgullo he logrado tenderlos
para que el volcán del olvido seque sus propósitos
y jamás vuelvan a pensar en tus labios.
Los he planchado con el delicado vapor de los momentos perdidos,
y los doblaré como si jamás volvieras a ponertelos en esa boca
que clandestina,
ocupa otros labios, recita otros versos,
confiesa otros besos.
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