La verdad es que siempre soñé con una imagen como esta.
Jamás deje de escribir buscando que mis palabras se esparcieran como cenizas por todos los lugares posibles. Hoy es en forma de libro, a la vieja y romántica usanza. También es bonito sentir el olor del papel y ver tus versos escritos en él.
Hoy tengo entre mis manos el fruto de aquellos sueños, de aquellas inquietudes que me llevaron a seguir plasmando en espacios en blanco tantas palabras.
La canción para este día no podía ser otra pues ellos me han acompañado durante años, en los buenos y en los malos momentos, como siempre dice mi amigo Pablo.
No hay mucho mas que decir, que aquí está, y que a partir de ahora hay que seguir buscando ese espacio vacio donde alargar el tiempo con la fuerza de las palabras.
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