Palabras y acordes que te miran por dentro

Todas las grandes pasiones son desesperadas: no tienen ninguna esperanza, porque en ese caso no serían pasiones, sino acuerdos, negocios razonables, comercio de insignificancias."
Sándor Márai.

sábado, 10 de octubre de 2015

Noches vencidas


 









Sonrisas de cemento se abrazan a la ciudad,
mientras miradas de cafeína y besos sucios dormidos en papeleras 
obstruyen el paso de los últimos mutantes.

Barrenderos de versos recogen pétalos abandonados 
con formas tramposas de amores mentidos,  prostituidos, 
salvajes ejemplos subrayados en libros de segunda mano
amontonados al lado de divorcios de noches confusas, simples, falsas. 

Hay sentencias de muerte perdidas por los rotos bolsillos
ceniceros de hielo que rompen el humo con las manos muertas
junto a la soledad de los vasos y el abandono de las colillas a medio extinguir.

Alguien tose a lo lejos.
mientras su garganta profunda y afilada busca las llaves de un descanso oscuro
en este amanecer opaco y sin brillo.

Arranca el coche  entre un mortecino vacío 
y ese olor desprevenido de los semáforos vigías,
charcos de cascos que se amontonan en portales protegidos 
donde besos y mas besos se mendigan asustados.

Soledades que en secreto descansan amortajadas por el último desprecio que la noche les provoca,
entre el mayor de los desconsuelos y la mejor de las despedidas.

Un alcohol de barra vencida descansa en la garganta retorcida de la noche,
se despide entre los primeros rayos de una penumbra antigua, vulgar y canalla.

Se arropa sola, se mece a empujones, 
se traslada de sombra a sombra como si una rayuela dominara el espacio, el salto, el vértigo de la mañana.

Voces que se reflejan en espejos mutantes adormecen los sonidos,
provocan los ecos que enmudecen y gritan como si el último abrazo que la vida te guarda
fuera el  primer pronombre que señala tu secreto .

La vida se ha ido, el sueño esta frio, ya nadie reposa sobre el.

Las flores se rompen y el cepillo de la mañana barre los últimos recuerdos.

Sin ellos el tiempo se ha acabado. 

Sin ellos las miradas se congelan y la despedida se dibuja en cada parpadeo, sobre cada lágrima que limpia las dudas y abraza el ultimo pedazo de vida que ya no te queda.

La noche se desvanece. La distancia se acorta. Duerme la vida y todo a alrededor es nostalgia.

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