Palabras y acordes que te miran por dentro

Todas las grandes pasiones son desesperadas: no tienen ninguna esperanza, porque en ese caso no serían pasiones, sino acuerdos, negocios razonables, comercio de insignificancias."
Sándor Márai.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

A la hora de escribir.




 



Ámbar verde y agua oscura al final de la escalera,
trozos de tierra discreta que desierta amanece en el cabecero de tu madrugada.

Abraza instintos,
se detiene en la hierba, moja tu pelo y descifra ese universo vacío que solo tus ojos llenan al respirar.

Somos luz entonces,
nos provoca la magia de los reflejos obscenos entretejiendo las gotas de un rocío huérfano y asolado.

Pero tu soledad es un margen estrecho donde se acurrucan tus miedos y con destreza se deshacen de mi,
se entregan a ti
para obligar a los versos a escribirte,
para habituar a las palabras a descifrar tu nombre sin mas tendencia
que la tierra marchita escribiendo tu vida,
recitando la mía,
desoyendo a las voces que dicen que no volveremos mas.

Todo funde a negro mientras te alejas.

Todo se vuelve oscuro mientras me vives,
y sin embargo las dudas me sobreviven
mientras un beso acompaña cada día a tu cara desconocida.

Huyen hambrientos los colores,
todo huele a tu recuerdo,
manos cálidas esculpen el colchón desprevenido
desde donde todos se dan la vuelta
y el mundo vuelve a caminar sin ser visto.

Nada me sorprende
cuando nunca quiero que te vayas,
y las lágrimas son azules y los versos líneas de voz indefinidas.
Y es que siempre te vas justo a la hora de volver a escribir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario