No se si pensar en que no estas, o decidir escapar de
esta melancolía por las buenas como quien de manera inconsciente cruza el
semáforo en rojo mientras el mundo transpira sudores de vértigo en cada paso a
la otra orilla. No se si acomodarme entre tus ojos hasta que un día las
lagrimas me saquen de esa mirada tuya que ilumina mi habitación. En definitiva
no se si seguir ocultando este rumor con sabor a viento que me traen los días a
sabiendas que no estas.
Hoy he querido llorar, volver a entristecer esta
colina llena de humo con recuerdos llenos de amargura. Hoy he querido volar
hasta donde no estas y abrazarme a ti con el ánimo perverso de acurrucarme en
tu pecho hasta que el tiempo pase y nosotros con el. He creído avanzar a
oscuras en medio del silencio mientras los coches pisaban el acelerador en mi
busca. He querido sonreír al infinito por si te asomabas a esa enorme ventana
que es la vida y allí estaba yo dispuesto a naufragarme a tu lado.
Pero he vuelto al sentir de las noches de luna llena,
a enloquecer con esa luz tenue que taparon las nubes en esta noche negra de
augurios enfermizos y pisadas agonizantes. He creído volver a escribirte y sin
embargo bien sabes tu que a estas alturas nos sobran las palabras y nos faltan
tantos besos.
Si tu tiempo me tiene en cuenta la vida se convierte
en esa rutina infinita en la que deshacer los días hasta que la vida se funda y
todo nos sepa a melancolía.
Si tu tiempo se distrae conmigo, no hay tiempo que
perder.
Mientras esto ocurre
espero que estés.... ojalá, bien.
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