A pesar de ser un verano espeso y pegajoso
a pesar de que un verano se ha llenado de otro y este de otro
hasta convertirlo todo en un amarillo abrasador
vuelvo al invierno y me envuelvo con el frio secreto de sus palabras.
La vida es gris, vuelve a ser tenue delicada y mortal.
se envuelve en si misma,
adolece de esas frases que infinitas recurren al espejo mortal
que golpea las notas,
que disfraza las betas secretas de besos ocultos
que convierten todo en un azul muerto,
en un cementerio de mortales recuerdos
en tardes de sofocante verano.
A pesar de estar sólo en esta infiel tarde
parece que el mundo haya dejado de girar
y los nombres propios hayan dejado de llamarse entre si
y hasta las fotografías hayan olvidado fijar su estado
Hace tiempo que no leo con ese cuidado natural
que producen los suspiros entre palabra y palabra,
tiempo que no descubro dentro de ese cuerpo
la sencilla noticia que distraiga al mundo
y haga sonrojar una cama vacía hasta la extenuación.
Me dejo llevar por los días que piensan en ti
y me araño con la sola presencia de un verso que te recuerda,
me dejo llevar, me dejo morir a la orilla de la sombra de tus manos.
Y se aleja el invierno
y todo vuelve a ser de color amarillo pálido,
sudor, polvo y tormentas pasajeras,
pasión, celos, temor y ausencia.
Y pasan los días llenos de fotografías, sin mas palabras que tus besos,
sin mas espacios que esas habitaciones vacías desde donde me hablas a solas
y no puedo salir,
desde los lugares comunes desde donde preferimos no hablarnos mas.
A pesar de ser verano, la vida sigue siendo gris.
Y todo duele, aunque permanezca callado como si sostuviera sin esfuerzo este vacío tan pesado,
duelen los brazos que no encuentran cobijo, duelen los ojos que no consiguen secar tus labios.
Y eso que consigo restaurar este alma degradada por los años ateridos y capaces,
consigo que las piezas se ordenen solas, se inciten unas a otras y lleguen hasta la vida.
Parece que el verano se empapa otra vez de tus olores y ya van innumerables,
parece que quisieran derrocar de su trono tanta tristeza cuando llega el otoño.
Pero a pesar de todo no parece posible, por mas que me excite oler las sabanas limpias y la ropa tendida
como cuando éramos reales y solo los sueños conseguían que viviéramos tendidos sin mas espacio que nosotros mismos.
Es verano, ¿alguien pensó que no estaríamos?
Es verano y aún así la vida es gris.
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